Psikodelika talks about addiction to marijuana, LSD, and acid as well as cigarette and tobacco, and how we can go so far into the world of drugs only to find ourselves becoming the drug itself, and thus losing the humanity that is deep within us. While many of these substances are not inherently addicting they do come with a social and mental side-effect often overlooked by those that participate in the habit of their consumption. Psikodelika was first sketched in 2017, when I explored the idea of collections. For 5 years these sketches lay untouched however when my best friend died in 2019 of a drug overdose, the idea became even more important in my heart, and while at the time I did not possess the skills to take them to fruition, once I discovered NFTs at the beginning of 2022, I realized it was the perfect time to bring this project back. This is the first out of the 6 paintings created for this project, and it is one of my favorites out of the whole collection, it features a palette of colors chosen by Erika Huertas in 2018 and also includes new techniques like digital texturing and the addition of newspaper articles for the background that talk about the effects of addiction and the daily and unmeasured use of psychedelics and their impact on the psyche.
Whilst this piece is not meant to deter anyone from the use of controlled substances for they do hold a deep value in our society as gateways to the divine, they are conversation pieces meant to inspire introspection toward what is safe consumption and borderline addiction.
It is important to note that these pieces tell the story of unhinged bodily damage. While it is hardly realistic that by consuming mushrooms you will grow a mushroom head, it is meant to evoke the idea of what a human-focused solely on consumption might look like.
Psikodelika habla sobre la adicción a la marihuana, el LSD y el ácido, así como al cigarrillo y al tabaco, y cómo podemos adentrarnos tanto en el mundo de las drogas solo para encontrarnos convertidos en la droga misma y, por lo tanto, perder la humanidad que está en lo más profundo de nosotros. Si bien muchas de estas sustancias no son inherentemente adictivas, tienen un efecto secundario social y mental que a menudo se pasa por alto por quienes participan en el hábito de su consumo. Psikodelika se dibuja por primera vez durante el año 2017, cuando estaba explorando la idea de las colecciones. Durante 5 años, estos bocetos permanecieron intactos, sin embargo, cuando mi mejor amigo murió en 2019 por una sobredosis de drogas, la idea se volvió aún más importante en mi corazón y, aunque en ese momento no poseía las habilidades para llevarlos a cabo, una vez que descubrí NFT a principios de 2022, me di cuenta de que era el momento perfecto para recuperar este proyecto. Esta es la primera de las 6 pinturas creadas para este proyecto, y es una de mis favoritas de toda la colección, presenta una paleta de colores elegida por Erika Huertas en 2018 y también incluye nuevas técnicas como texturizado digital y la adición de artículos periodísticos de fondo que hablan de los efectos de la adicción y el uso diario y desmedido de psicodélicos y sus efectos sobre la psique.
Si bien esta pieza no pretende disuadir a nadie del uso de sustancias controladas, ya que tienen un valor profundo en nuestra sociedad y tienen puertas de entrada a lo divino, son piezas de conversación destinadas a inspirar la introspección hacia lo que es un consumo seguro y una adicción límite.
Es importante señalar que estas piezas cuentan la historia de daños corporales desquiciados. Si bien es poco realista que al consumir hongos crezca una cabeza de hongo, pretende evocar la idea de cómo sería un ser humano centrado únicamente en el consumo.
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